viernes, 15 de octubre de 2010

París

Junio 2010

Es bastante dificil concentrar en un solo post todas las impresiones que tengo acerca de este rincón del mundo. París, la ciudad del amor, de la luz, de la moda... es sin duda, para mí, el lugar más bonito de todos los que haya podido visitar, y creo, visitaré.



Mi primera experiencia allí fue en 2007, pero comparándola con esta última escapada aquella fue muy difente. En Abril de hace tres años fuimos de viaje de fin de curso a París. Bien es sabido que no es lo mismo visitar un lugar por tu cuenta que ir condicionado por tus profesores, horarios, etc. El París que conocí a principio de Junio me pareció totalmente difente.
Al poder ir por mi cuenta, probé el metro numerosas veces, comí en algún que otro bar, fui a tomar algo por las noches e incluso compré en supermercados.

El viaje lo realicé a través de Ryanair. A difencia de lo que se cree quienes no lo han usado, al precio del trayecto debes añadir además tasas por pagar con un tipo de tarjeta u otra y un aumento por facturación de maleta, si es que lo deseas. A pesar de eso me sigue pareciendo una opción estupenda para que la gente joven viaje, ya que es económico y no es incómodo. El aeropuesto fue Paris Beauvais, que, aunque se encuentra lejos de la capital, ofrece un servicio de autobuses que te lleva hasta la estación de París.

Durante mi viaje, lo primero y último que visité fue la torre Eiffel, el símbolo de París. La primera noche, tras dejar las maletas en mi hotel, me pasee por sus alrededores. Cuando doblas la esquina y la ves tan cerca te cuesta asimilar que es real y que es verdad que te encuentras allí. La última noche, antes de coger el avión al día siguiente, fue cuando subí. Aunque ya lo había hecho en mi viaje anterior, nunca deja de sorprenderme cuanto me gusta este sitio.



Respecto a mis impresiones. Como he dicho antes, estoy enamorada de esta ciudad, y pocas cosas malas puedo decir. La gente es bastante seria y los precios son muy altos. A la hora de comer, recomiendo para el día a día de un viaje, cadenas de restaurantes como Quick, Buffalo Grill o McDonald. Sin embargo, hay lugares baratos donde ofrecen piezas de carne, bocadillos o menús del día (sobretodo en Montmartre) a unos precios bastante asequibles. Para los amantes de la comida turca, pueden optar por comer en el barrio latino, donde a cada paso encuentras uno de estos restaurantes.

Una foto en la Conciergerie.
Aunque mi hotel se encontraba cerca de la plaza de la Opera, el lugar que más me gusta es el Sena y sus orillas. Totalmente agradable para un paseo diurno o nocturno. Aunque hay que estar atento si quieres coger el metro, ya que entre semana la última salida es a las 0.00 aproximadamente.
A lo largo de este trayecto, encontramos zonas tan agradables como el propio río, la Conciergerie, el museo del Louvre o Notre Dame de París, en la Ile de France.


El Panteon.


Destaco la visita al Museo del Louvre. Me parece obligatoria te guste el arte o no. Es apasionante, no sólo por las obras que se encuentran en su interior, sino también por su arquitectura, su grandiosidad y la famosa pirámide, la cual se encuentra rodeada por el museo.




La zona del Sacre Coeur y Montmartre también es preciosa. El ambiente es totalmente difente al que se percibe por el centro de la ciudad. Unos aires bohémios inundan las calles del barrio rojo. Si vais en verano, las escaleras hasta la iglesia pueden ser todo un suplicio, pero si tienes la suerte de que te salga un día medio gris, como en mi caso, tampoco es para tanto. Aún así, hay un servicio de teleférico para aquellos que no tengan la posibilidad de subir andando y simplemente, no les apetezca.
Tras el Sacre Coeur se encuentra el barrio de Montmartre. Calles repletas de pintores, bares donde comer, y como no, tiendas de souvenirs. Aquí fui donde comí en un restaurante el menú del día. El precio estaba bastante bien, creo recordar que no sobrepasaba los 10 euros. Te ponían lasaña, ensalada, pan y un helado de postre.
Obligatorio llegar hasta la parte más alta de Montmartre y observar desde allí toda la ciudad de París.


Y como no, mención a los Campos Eliseos. Aunque es un lugar increíble, no es el mejor lugar de París en mi opinión. Muchas tiendas, mucho caché... estoy segura de que si yo viviera allí me pasaría tarde sí, tarde también paseando por todas las tiendas, pero para hacer turismo prefiero otros sitios de la ciudad, como el Sena o los barrios latino y rojo.
A pesar de todo, se debe andar por allí. Es bonito situarte al principio y ver el arco de triunfo al final. Pasear por las galerías, entrar en tiendas con mucho nivel... ¡Hay tantas cosas que hacer en París! Creo que no me daría tiempo en meses. En mi viaje, me quedé con ganas de pasearme por el cementerio y de explorar un poquito más. Me mueeeeeero por volver otra vez.


Una visita inesperada fue la que realizamos a Disney Land Resort. No teníamos planeado para nada ir, pero tras unos días nublados en la capital, salió una mañana totalmente soleada. El día perfecto para pasarlo en este parque. A pesar de que soy una muerta de miedo de los luppings (obviamente, no monté...), este es uno de los pocos parques de atracciones a los que me digno a ir. Me encantan las atracciones de fantasía que ofrece, como Peter Pan, el laberinto de Alicia, la casa de las muñecas... un lugar mágico, sin duda.


Chesire, the cat.


La espada del Rey Arturo.


Podría estar escribiendo horas y horas más acerca de esta ciudad, pero creo que simplemente debes ir, y verla tu mismo.

BSO:

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