Abril 2009
Todo el mundo estará de acuerdo conmigo cuando digo que el turismo cruceril está cada vez más de moda. No se trata de un viaje exageramente caro, y ciertos destinos son bastante accesibles. Es una manera de conocer el mundo que no te puedes perder al menos una vez en la vida. Aunque el más común es el que se realiza por el mar mediterráneo, la gran multitud de empresas que se dedican al "crucerismo" ofrecen zonas de gran interés turístico como son las islas griegas, los países del este, el río Nilo o el Caribe, entre otros.
En Abril del pasado año 2009 yo tuve la suerte de poder asistir a uno de estos cruceros como viaje de fin de curso de 2º de Bachiller para ya despedirnos del colegio. La empresa escogida fue Iberocruceros y el trayecto, las famosas capitales que se encuentran a orillas de nuestro mar, el Mediterráneo.
El hecho de poder irte a un crucero con todas las personas con las que has compartido muchos años de estudios es realmente impresionante. Una semana irrepetible que hace de éste uno de los mejores viajes de mi existencia (no el más bonito, porque de hablando de belleza, París... ¡es París!).
El hecho de poder irte a un crucero con todas las personas con las que has compartido muchos años de estudios es realmente impresionante. Una semana irrepetible que hace de éste uno de los mejores viajes de mi existencia (no el más bonito, porque de hablando de belleza, París... ¡es París!).
En mi opinión es una de las mejores opciones de turismo que puedes elegir para irte con los amigos, pero por lo que vi paseando por mi barco, también son muchas las familias que optan por navegar a bordo de los cruceros. Un lugar sin posibilidad de perderse, para no tener que estar atento constantemete (me refiero a los niños pequeños, o a nosotros, como grupo de un colegio que éramos para nuestros profesores que nos acompañaban), con infinitas opciones para divertirse, relajarse y pasar un buen rato.
Uno de los mejores lugares es la cubierta. Piscinas, jacuzzis... A nosotros nos llovió un par de días, pero nada nos impidió darnos a la buena vida cruceril y tomar un poco el sol frente a la belleza de Mónaco. A pesar de la lluvia, como en el día de la foto de abajo, normalmente se arreglaban las tardes y salía el sol, dejándonos disfrutar de nuestro viaje.
Desde la cubierta pueden realizarse fotos como ésta. Aún así, si tengo que destacar dos momentos, serían sin duda; la sensación de encontrarte enmedio del mar en un barco sin ver absolutamente nada de tierra a tu alrededor...
...y la salida del primer día, desde Barcelona, cuando vimos abandonar el puerto a nuestro barco desde uno de los jacuzzis.
Como se ve, de la cubierta se puede hacer buen uso tanto de día...
...como de noche.
Y es que las noches del crucero son otro tema a comentar. Tras una larga jornada de ver una ciudad, pasear y conocer otros lugares, las noches del crucero son la guinda perfecta para terminar el día. Este crucero disponía, como la mayoría, de una noche del capitán. Es la noche de gala, premia el ponerse muy muy guapo, pasarselo muy bien, y como no, hacerse unas fotitos con el que está al mando del barco.
Pero esto no es todo. Música, amigos y mucha diversión durante siete apasionantes noches a bordo del Grand Celebration hacen de este, un viaje mucho más que inolvidable.
¿Y la comida? Yo, que, como la mayor parte de los seres humanos AMO los buffets libres, pude ver como disponíamos de uno casi 24 horas en nuestro crucero. Al regresar de las excursiones a media tarde la visita a este para reponer fuerzas era obligatoria. Patatas fritas, todo tipo de frutas, tortitas, zumo e incontables tipos de plato estaban a nuestra disposición.
Las cenas eran algo diferentes. Siempre eran uno de los restaurantes del barco. Teníamos nuestra mesa reservada y nuestro propio camarero (Osvaldo) que nos enseñaban el menú del día, nos recomendaban los mejores platos y nos entretenían la noche. Además, iba incluida, por supuesto, en el precio del viaje.
Aquí una foto con la mayoría de mi clase y los camareros que siempre rondaban por nuestra zona. Todos encantadores.
La comida del restaurante (y del buffet), exquisita y en muchas ocasiones de diseño. Sí, cuidadosamente preparada a un estilo digno de restaurante con gran prestigio. Platos raros y sobretodo, buenísimos.
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