martes, 2 de noviembre de 2010

Estambul


Esta vez he decidido variar un poco. Como por lo que he visto en fotos Estambul es un sitio muy bonito y mi amiga Paloma fue este mes de Agosto a pasar una semana, he decido pedirle prestadas sus fotos y experiencias para poder contarlas en el blog.

La ciudad de Estambul se encuentra en Turquía y es una de las más grandes de toda Europa. Como curiosidad, afirmamos que se encuentra entre dos continentes; el anterior nombrado y Asia.


En la parte superior, el estrecho del Bósforo, que divide la ciudad de Estambul en dos partes. Se trata el punto más estrecho del paso marítimo entre el Mar Negro y el Mediterráneo. A sus orillas se encuentra la Mezquita Nueva o Mezquita Yuni, y es lugar de tránsito de barcos necesarios para visitar las distintas islas de la ciudad. Pero bueno, pasemos a hablar de curiosidades.

Un viaje a Estambul puede resultar realmente impactante. Hay una gran variedad de monumentos, bazares y sitios que visitar, pero además de ello lo que realmente llama la atención es su cultura, su gente, sus costumbres... totalmente distintas a las occidentales.
Durante la escapada de Paloma a tierras turcas pudo vivir de cerca el Ramadán. En este ritual las personas no beben ni comen absolútamente nada (sólo agua) de la mañana a la noche. Sin lugar a dudas se trata de un gran sacrificio, pero cuando se pone el sol, organizan un gran festival para acabar con todo el hambre que el día había producido.


En los barcos, por el Bósforo, puedes acceder a la multitud de islas cercanas a la ciudad. La que más le llamó la atención a Paloma fue Cuerno de Oro, ya que en ella había un mirador precioso del cual se podía divisar todo Estambul.
Como curiosidad, hay que pagar para acceder a las playas de estas islas... muy fuerte.


Como he mencionado anteriormente, no se trata de una ciudad aburrida o para vivir del ocio únicamente. En Estambul puedes encontrar lugares interesantes por los que pasear durante el día, empapándote de su cultura y su arquitectura. Las mezquitas (como la de la fotografía superior, la cual es llamada la Mezquita Azul) son lugar de culto oficial para los estambulitas. Allí realizan sus rezos tras lavarse los pies a la entrada.


El Gran Bazar. Un lugar donde puedes encontrar DE TODO, y como buena ciudad musulmana que se precie, la mejor forma de adquirir artículos es regateando. Si no lo haces el propio vendedor se puede sentir ofendido. Me contó Paloma que le dijeron que los turcos son muy supersticiosos, pues si el primer cliente del día no compra nada, tendrán un mal día. Por lo tanto si eres el primer cliente ¡Has tenido suerte! Te harán regatear el artículo todo lo posible hasta dejártelo demasiado barato para que te lo lleves. Ya sabeis, si vais a Estambul y quereis comprar a precio de Domti, un buen madrugón merecerá la pena.


También es famoso el Bazar de las especias, con un olor peculiar que se queda grabado en la mente de aquellos que lo visitan. En el puedes encontrar miles y miles de tipos de especias. Desde lo más famoso como puede ser el té de manzana hasta lo más raro como sal de limón.
Hablando de comida, el turco no se parece en nada al que comemos en nuestros queridos kebabs, supongo que la costumbre nos haría decir que el de aquí es mejor. Como no lo he probado aún, no puedo opinar...


No puede uno terminar el viaje sin visitar un famoso baño turco, algo que también es muy impactante. Los hombres van por una parte y las mujeres por otra. En el de las mujeres, nada más entrar te dan una toalla, una parte de abajo de bikini y una chanclas. Tras cambiarte, entras en una gran sala muy húmeda y con mucha agua en la que encima de una enorme piedra, una mujer turca empieza a lavarte y a exfoliarte de pies a cabeza.
Tras el lavado, entramos en unas bañeras de altas temperaturas, que incluso llegan a agobiar tras convivir con el inmenso calor que hace en la calle en pleno Agosto.


Paloma podría estar horas y horas comentando cosas que le han llamado la atención de este lugar. Sitios como las cisternas, los cantos desde las mezquitas, los helados típicos, Santa Sofía...
Al parecer es un viaje que merece la pena. A pesar del calor, el barullo de gente y las cuatro horas de avión, no pienso perdérmelo en un futuro.

Y lo siento, pero la BSO de hoy, me la invento, ya que viendo estas fotos me acuerdo mucho de este spot.

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