Volvemos a aguas africanas, y esta vez nos encontramos en Túnez, el país más pequeño del Magreb. Este lugar sigue los patrones básicos del territorio islam; Zocos donde regatear, mezquitas... Pero a diferencia con Estambul, la imagen de esta ciudad, que comparte el nombre con el propio país, es bastante más rural. Casas de dos o tres pisos, blancas y con ventanas azules... Todas siguiendo un mismo estilo, que junto con el maravilloso paisaje costero hacen de Túnez un bonito lugar para pasar unos días de calor.
Aunque a simple vista parece una tontería, llama mucho la atención observar matriculas de coche, señales de tráfico, carteles de las tiendas, etc, escritos en árabe. Suelen estar acompañadas de la traducción en inglés, ya que aunque se trata de una zona bastante tranquila a primera vista, son miles los turistas que lo visitan cada año.
Como sitios interesantes para pasear, encontramos las ruinas, los mercadillos y las variadas mezquitas que hay en toda la ciudad de Túnez, que la verdad, ahora mismo no consigo recordar los nombres de algunas que nos mencionaron. Aún así, son una pasada.
Como en todo país árabe, se pueden ver túnicas, medinas, camellos y ritos musulmanes que llaman la atención, pero todo esto es compartido de manera similar con el ya mencionado Estambul. Sin embargo, hay algunas datos en los que he debido de investigar para conocer más acerca de esta maravillosa ciudad.
Allí está prohibida la poligamia y, aunque pueda parecer extraño en referencia a estos países, la mujer puede pedir el divorcio y vota como cualquier ciudadano. Éstas estudian y se educan de la misma manera que los hombres.
Hay muchas más curiosidades sobre la forma de actuar de los ciudadanos, como que dos hombres que son amigos, suelen ir de la mano por la calle (sí, sooolo amigos), y las mujeres, cuando acaban de casarse, para salir se pintan las palmas de las manos de color rojo, anunciando así su nueva situación sentimental.
Como se puede observar, las vistas son increíbles, al igual que el calor. En Abril rozaban los treinta grados, o más. Esto es bastante predecible, puesto que se trata de un lugar más cercano al ecuador que cualquiera de España.
Los zocos son agobiantes, pero puedes multitud de artículos a buen precio gracias al ya mencionado regateo. Cachimbas, timbales, zapatillas, bisutería, etc. Al principio te darán una tasa excesivamente alta, pero con maña y paciencia puedes dejar el objeto al alcance de tu bolsillo. El truco esta en no agobiarte y saber manejar la situación.
Para finalizar, en el propio puerto de Túnez, donde atracan los cruceros y salen los autobuses, podemos encontrar un buen número de tunecinos con sus camellos, los cuales te "invitan" a dar una vuelta a lomos de él.
¡OJO! no irse de Túnez sin adquirir una de las rosas del desierto, una piedra propia de la zona del Sahara muy decorativa.
¡Hasta pronto viajeros!
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